Miguel
Bañuls. Madrid, 1969. Este artista pertenece a una
saga de escultores y artistas muy importante para Alicante. Algo que además de
un privilegio también supone un gran peso y responsabilidad. Ya que como todos
los artistas, Miguel además de tener que estudiar los conceptos y la
complejidad de visiones y técnicas que se han desarrollado a lo largo de la
historia del arte, desde la perspectiva contemporánea, él ha vivido parte de
esta historia en su ámbito familiar. Por lo que su interpretación y consecuente
trasgresión supone, si cabe, una decisión más comprometida. Miguel es sobrino
nieto de Daniel Bañuls y biznieto de Vicente Bañuls, los dos escultores más
famosos que ha dado el siglo XIX y primera mitad del XX en Alicante, cuyas
obras forman parte del paisaje urbano de muchas ciudades y pueblos de esta
provincia. Inevitable la plaza de los Luceros como el principal referente de su
capital. Una de las características esenciales en la obra de Miguel Bañuls es
la de conocer las bases de la escultura, desde el modelado de la forma
figurativa hasta la concepción geométrica y más abstracta. La experiencia y el
oficio desarrollados en el empleo de todo tipo de materiales y técnicas, desde
la soldadura, la forja, la fundición, el modelado…, le han aportado un gran
conocimiento y dominio de los diferentes registros prácticos de cualquier tipo
de estructura o volumen. Un mundo de formas y sus distintos lenguajes que se
manifiestan tanto en la escultura de grandes dimensiones como en el diseño de
joyas o incluso en la creación de elementos arquitectónicos funcionales.
Viajando así con las formas desde la dimensión del espacio arquitectónico,
escultórico, a la concreción mínima de la joya. Con estas bases conceptuales y
técnicas, en esta exposición que planteamos en la Lonja, Gravedad Cero, Miguel ha buscado en materiales contemporáneos, como
el PVC y el metacrilato, jugar con dos aspectos fundamentales de la escultura
del siglo XX y XXI, la tensión y la pérdida de peso. Materiales flexibles con
los que, en el ensamblaje de las formas recortadas y tensionadas, crea el juego
de líneas que define el espacio. Miguel nos introduce físicamente en una visión
de las formas a través del material transparente, impreso en parte con una
trama de líneas paralelas, que refuerza esa dimensión de dibujo en el aire. La
viabilidad de las formas se consigue con un tensado de una u otra parte de la
estructura dando lugar a arcos más cerrados o abiertos. Siendo en origen un dibujo
o esquema que al tirar de él con diferente tensión coge volumen y cuerpo. Y así
el juego se hace infinito.
Comisarios: Eduardo Lastres y Guillermina Perales.
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